La Kirchnerista Rossana Chahla se muestra con Manzur y marca distancia de Jaldo

En medio de las tensiones dentro del oficialismo provincial, la intendenta de San Miguel de Tucumán recibió con gestos de afinidad al exgobernador, mientras el actual mandatario, Osvaldo Jaldo, mira la escena desde la vereda opuesta.

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Juega fuerte la Kirchnerista Rossana Chahla en la interna peronista tucumana. Y juega cada vez más del lado de Juan Manzur. En medio de las tensiones dentro del oficialismo provincial, la intendenta de San Miguel de Tucumán recibió con gestos de afinidad al exgobernador, mientras el actual mandatario, Osvaldo Jaldo, mira la escena desde la vereda opuesta.

La visita fugaz de Juan Manzur a Tucumán este lunes fue mucho más que un gesto protocolar. Su paso por la Municipalidad capitalina, donde fue recibido por Chahla con un abrazo, sonrisas y una foto que recorrió las redes sociales, dejó entrever algo más profundo: el realineamiento de figuras clave del peronismo tucumano de cara a las disputas que se avecinan.

La propia Chahla se encargó de darle densidad política al encuentro. En un posteo medido pero cargado de señales, elogió la trayectoria de Manzur, habló de la necesidad de unidad y de la importancia del diálogo para enfrentar los desafíos actuales. Pero fue más allá: subrayó que “el peronismo es uno solo” y que “en la diversidad se requiere la unidad”, una frase que en el actual clima interno puede leerse como una toma de posición.

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En la provincia, todos leen entre líneas. La escena del senador nacional con la intendenta tiene impacto directo en la interna que divide al oficialismo entre el sector de Osvaldo Jaldo y el espacio que orbitan Manzur, el legislador Javier Noguera, y los hermanos Pablo y Gabriel Yedlin. Con la presidencia del PJ tucumano en manos de Manzur y una posible interna partidaria en el horizonte, los movimientos comienzan a tomar forma.

Desde su llegada a la Municipalidad, Chahla ha intentado mantener una posición institucional. Pero su afinidad histórica con Manzur y gestos como el de este lunes consolidan la percepción de que juega más cerca del exgobernador que del actual.

Mientras tanto, Jaldo sigue replegado en su rol de gestión provincial, sin lograr contener del todo las fisuras internas ni proyectar una figura propia que le dispute peso político a sus rivales dentro del PJ.

En tiempos donde cada gesto cuenta, Chahla juega. Y con ella, también se mueve el tablero del peronismo tucumano. /Tucumán Digital