Una artista tucumana que perfuma la historia con fragancias en honor a las Malvinas, el Cruce de los Andes y Eva Perón: «Argentina es diversa»
Una artista tucumana que perfuma la historia con fragancias en honor a las Malvinas, el Cruce de los Andes y Eva Perón: «Argentina es diversa»
“Ser creadora de fragancias es un estado mental, es descubrir el mundo desde el olfato”, se lee en la web de Nina Lamaison, artista olfativa nacida en Tucumán y radicada en Buenos Aires. En su galería de la calle Adolfo Alsina, en pleno centro porteño, se pueden oler perfumes inspirados en el Cruce de los Andes, en Eva Perón, en el asado, y hasta en la Guerra de Malvinas.
La propuesta es tan original como sensorial: cada fragancia tiene detrás una historia, un símbolo, una emoción que se traduce en moléculas. “Mi primer recuerdo olfativo es el perfume de mi madre”, dice Nina, que se formó con perfumistas de España, Francia y Estados Unidos, y que ganó en 2023 el premio al mejor perfume independiente en el concurso internacional Mouillette D’Argent, gracias a su creación llamada Euphoria.
Lamaison se reconoce como escenógrafa olfativa. Para ella, el arte del perfume está íntimamente ligado a lo emocional. En su galería Osmotic expone más de 45 fragancias que funcionan como estaciones sensoriales. Se trata de “postas olfativas” que incluyen aromas de Maradona, Favaloro, Eva Perón, el dulce de leche, el mate y hasta la tierra mojada de una trinchera.
“Argentina no huele solo a una cosa, es diversa. Los olores de nuestro país son identidad, memoria y educación”, afirma Nina, que trabajó como fisioterapeuta en Bahía Blanca antes de dedicarse de lleno a la perfumería. El arte, en su caso, llegó desde la salud. De hecho, en plena pandemia perdió el olfato tras contagiarse de Covid: “Fue como para Maradona perder las piernas”, resume.
De regreso a Tucumán: talleres, catas y una charla en la Casa Histórica
La llegada de Lamaison a Tucumán no será solo un reencuentro con sus raíces familiares, sino también una oportunidad única para introducir al público local en la experiencia sensorial que impulsa desde su atelier. En Buenos Aires, su espacio llamado «Osmotic» forma parte del Circuito Histórico de la ciudad y funciona como una cápsula olfativa donde cada aroma narra una parte de la historia argentina. Allí, además de sus exposiciones, realiza catas de materias primas y talleres que revelan cómo se construyen las fragancias a partir de composiciones complejas: lo que reconocemos como una “nota” —vainilla, cuero, tabaco— no es una sustancia única, sino el resultado de múltiples moléculas trabajadas con precisión.
Con esa misma propuesta, Nina ofrecerá en Tucumán una experiencia inmersiva los días viernes 4 y sábado 5 de julio en el espacio La Cúpula (Maipu 396), donde se realizarán dos talleres de cuatro horas de duración, ya con cupos completos. Durante esas sesiones, los asistentes podrán conocer las materias primas con las que se crean perfumes y explorar cómo cada componente contribuye a una percepción integral y emocional del aroma.
Como parte de este desembarco artístico, el miércoles 3 de julio a las 18 horas brindará también una charla gratuita en la Casa Histórica de la Independencia, titulada «Olfato, arte e historia». El encuentro, organizado por la Asociación Civil Casa de la Independencia, será abierto al público general y propondrá un recorrido por el vínculo entre identidad nacional y memoria sensorial.
Fragancias con historia
La fragancia que marcó un antes y un después fue «Trinchera», inspirada en las Islas Malvinas. “Entrevisté excombatientes, escuché sus vivencias. Ese perfume huele a tierra mojada, a lucha y a desamparo”, cuenta. Luego llegarían «Libertador», en honor a San Martín, y «Saber eterno», como homenaje a Sarmiento.
Lamaison también desarrolló un método propio de rehabilitación olfativa, que la ayudó a recuperar el sentido en solo una semana. “El olfato se entrena y se recupera”, dice, y señala que es el único sentido que llega al cerebro sin pasar por el tálamo, lo que lo hace profundamente emocional. “No es solo un perfume. Se puede usar en salud, en pedagogía, en arte”.
Osmotexia y legado
Además de crear químicamente sus fragancias, Nina introdujo un término nuevo en el lenguaje olfativo: la osmotexia. Se trata de la capacidad de percibir los olores como texturas, colores o imágenes. “No es sinestesia, es otra cosa: una interpretación sensorial subjetiva traducida en lenguaje”, explica.
Hoy, además de dirigir la Asociación Argentina de Perfumistas Independientes de Habla Hispana, brinda talleres para grupos reducidos en su galería y conduce un pódcast sobre perfumería junto a Eli Diez, titulado Perfumar es humano. “Esta pasión nació de un duelo. Cuando murió mi papá, busqué olores que me lo devolvieran. Como no los encontraba, los creé”, confiesa. /Vove Tucumán





