Vacunación contra el VPH: cifras preocupantes y un llamado urgente en Tucumán y el resto del país

Nuestra provincia supera el promedio nacional en la vacunación infantil, pero los niveles de cobertura en adolescentes caen por debajo de lo recomendado. Especialistas llaman a reforzar el rol de familias, escuelas y profesionales de la salud.

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El pediatra e infectólogo Dr. Eduardo López y la Dra. María Cecilia Torroija, directora asociada de Asuntos Médicos en MSD, llegarón esta semana a Tucumán para dar una charla sobre el Virus del Papiloma Humano (VPH), en medio de un contexto desafiante y sobre todo, alarmante: las tasas de vacunación en adolescentes están cayendo y el riesgo de enfermedades prevenibles, como ciertos tipos de cáncer vinculados al VPH, van en aumento.

“Tenemos una problemática muy clara: no estamos vacunando para prevenir el cáncer. Y eso es una deuda sanitaria enorme”, disparó López durante su exposición ante la prensa tucumana. El mensaje fue contundente: hay que vacunar antes de que comience la vida sexual- en Argentina, en promedio, a los 13 años- por lo tanto, la estrategia debería apuntar a chicos y chicas desde los 9 años.

VPH y cáncer: un vínculo peligroso

El VPH es la infección de transmisión sexual más común en el mundo, y aunque en la mayoría de los casos el virus desaparece solo, en otros puede persistir y derivar en cánceres como el cervicouterino, el de ano, vulva o vagina. De hecho, el 99% de los casos de cáncer de cuello uterino están directamente vinculados con este virus.

La vacunación es gratuita en Argentina para chicos y chicas de entre 11 y 26 años, y forma parte del calendario nacional. Sin embargo, en Tucumán, la primera dosis alcanza apenas el 60% de cobertura en mujeres y un 56% en varones, cifras que, aunque levemente superiores a la media nacional, están muy por debajo de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“A medida que los chicos crecen, el contacto con el médico se vuelve menos frecuente. Esto contribuye a que los esquemas queden incompletos o, como es el caso de las vacunas de los 11 años, sean pasadas por alto. Por eso es clave que la familia y la escuela no pierdan de vista la importancia de vacunarse”, explicó la Dra Torroija. 

Además, se suma otro factor: la desinformación. Según datos del Ministerio de Salud de la Nación y el Registro Federal NOMIVAC, muchas familias desconocen la importancia de esta vacuna, cómo se aplica (en dos dosis), y que es completamente gratuita en el sistema público.

La escuela como aliada clave

Frente a esta situación, el Dr. López fue categórico: “Hay que vacunar en las escuelas. El programa escolar puede ser una herramienta fundamental si se lo implementa bien. Y tiene que estar acompañado de Educación Sexual Integral, uso del preservativo y controles ginecológicos, entre otros”.

La idea no es nueva, pero volvió con fuerza ante el descenso sostenido de la cobertura en las vacunas que se aplican a los 11 años, como la del VPH, la triple bacteriana y la del meningococo. Mientras que las dosis aplicadas en la infancia tienen niveles aceptables (por encima del 80%), las de la adolescencia no superan el 60%, y en algunos casos, como el meningococo, apenas alcanzan el 51%.

Otro de los puntos clave que remarcó López es la desigualdad en el acceso. “A la gente de menos recursos hay que llevarle la vacuna a la mesa. No alcanza con que esté disponible en un centro de salud. Hay que salir a buscar a esos chicos y chicas”. En ese sentido, las campañas itinerantes, la articulación con las escuelas públicas y la participación comunitaria podrían ser estrategias efectivas para revertir esta situación.

Un llamado urgente

Tucumán enfrenta, como el resto del país, un desafío claro: recuperar los niveles de vacunación previos a la pandemia, garantizar el acceso equitativo y reforzar las políticas públicas de salud y educación. “Argentina cuenta con un calendario de vacunación robusto y gratuito, lo que facilita el acceso a ellas. Es fundamental que cada familia y los profesionales de la salud lo sigan de cerca, prestando especial atención a las edades de aplicación de cada vacuna. Además, es importante revisar el carné de vacunación y asegurarse de estar al día cada vez que se presente la oportunidad. Incluso con los adolescentes, que aunque tienen más autonomía, en cuestiones de prevención siempre es importante acompañarlos”, cerró Torroija.

Para saber

  • La vacuna contra el VPH es gratuita y obligatoria para chicos y chicas de 11 años.
  • Se aplican dos dosis, con al menos seis meses de diferencia.
  • También pueden vacunarse gratis hasta los 26 años si no lo hicieron en la edad indicada.
  • No reemplaza a otros métodos preventivos como el uso del preservativo y los controles ginecológicos.
  • Quienes no se vacunaron entre los 11 y 26 años aún pueden hacerlo, aunque en ese caso deben gestionarlo de forma privada.

/El Tucumano