Fallo novedoso en Tucumán sobre reclamo laboral e integridad de adultos mayores
El Dr. Guillermo Kutter a cargo del Juzgado del Trabajo de la IIIª Nominación del Centro Judicial Capital, explicó los detalles del caso en LV12.
Un juicio en el que se reclamaban indemnizaciones por despidos llevó a un magistrado a tomar una serie de medidas especiales con el fin de respetar tanto los derechos de las trabajadoras que presentaron la demanda como los de terceros ajenos al proceso.
Se trata de una sentencia emitida en el Juzgado del Trabajo de la IIIª Nominación del Centro Judicial Capital, a cargo del Dr. Guillermo Kutter, quien ordenó una medida de embargo y secuestro de bienes muebles en un hogar de ancianos, propiedad de los demandados, pero con la condición de que la misma fuera realizada junto a distintas acciones especiales, con el propósito de garantizar los derechos fundamentales de los adultos mayores que residían en la institución embargada.
En mi Juzgado se tramitó un juicio de tres empleadas que trabajaban en un geriátrico y demandaron a la empleadora (una SRL) y al socio-gerente porque el empleado no estaba registrado, lo que comúnmente se conoce en negro. Las trabajadoras tuvieron una sentencia favorable y se generó un crédito a su favor. El problema vino cuando intentaron ejecutar el mismo", explicó Kutter en LV12.
En este sentido, "iniciaron una serie de medidas para lograr el cobro pero se dieron con que ni la sociedad ni el socio tenían bienes registrados a su nombre en bancos para poder trabar embargos. En esa instancia solicitaron un secuestro de bienes-muebles donde funciona el geriátrico".
"Aquí me surge el inconveniente ya la disyuntiva: por un lado tengo un grupo de trabajadoras con sentencia firme, con un crédito que tiene carácter alimentario y con los derechos. Ante todo esto la solución y lo lógico hubiese sido que ordene la medida de embargo y secuestro pero yo no podía dejar de tener en cuenta el lugar donde iba a ser dirigida la medida, ya que los adultos mayores son un colectivo vulnerable ajeno al proceso", manifestó el juez.
"En definitiva ellos no eran los demandados y el gran desafío fue armonizar las legislaciones", agregó el Dr. sobre los adultos mayores.
Kutter sostuvo que cuando hay una medida de embargo, va la Policía, un martillero, un oficial de Justicia y "todo eso iba a impactar en la tranquilidad y en la salud emocional de los ancianos. Eso me obligo a tomar una serie de recaudos".
Lo novedoso del fallo es que hubo una serie de medidas especiales de protección con la participación a la Dirección de Adultos Mayores para que ellos designen un representante que participe protegiendo sus derechos.
"Finalmente ordené al oficial de Justicia que me haga un informe detallado de la tramitación. Esto es ponderación de los derechos al hacer que funcione armónicamente tratando de respetar por un lado los derechos de las trabajadores y por otro, que se respete la dignidad y integridad psicofísica de los abuelos alojados en la institución donde se iba a llevar a cabo la medida", dijo el Dr.
Por último, dijo que "los demandados ofrecieron una forma de pago y llegaron a un arreglo. Afortunadamente se evitó la realización de la medida". /LV12





