Fallece en Paraguay la mujer señalada como Marita Verón; confirman peritajes de ADN

El caso de María de los Ángeles Verón, conocido públicamente como «Marita» Verón, volvió a conmover al país tras una nueva y dolorosa secuencia de acontecimientos. Su madre, Susana Trimarco, informó que recibió una llamada anónima en la que le indicaron que una mujer que podría ser Marita, desaparecida en abril de 2002, estaba viviendo en situación de calle en un pueblo de Paraguay. Junto con la comunicación le enviaron imágenes que mostraban a la mujer en un estado de salud muy deteriorado.

Durante varios días, Trimarco alimentó la esperanza de que esa pista fuera la clave para el reencuentro después de más de 23 años de búsqueda incesante. No obstante, la expectativa se transformó en tristeza cuando trascendió que la mujer hallada en Paraguay había fallecido el sábado previo a la confirmación pública. La propia Susana Trimarco confirmó el deceso y explicó que ya remitió desde Argentina huellas digitales y muestras genéticas para cotejar con el cuerpo, identificado por las autoridades paraguayas como Eva Morínigo.

Según la Fundación María de los Ángeles, la persona encontrada presentaba algunas características coincidentes con Marita —entre ellas la edad aproximada y la nacionalidad argentina—, lo que motivó la actuación de Trimarco y de equipos forenses para intentar establecer una identificación definitiva. Sin embargo, la investigación encontró un nuevo contratiempo cuando una abogada paraguaya afirmó que el registro de identidad correspondiente a Eva Morínigo se realizó recién el 22 de octubre y que, antes de esa fecha, la persona no figuraba con huellas dactilares ni otros datos de identificación en las bases oficiales del país vecino.

En declaraciones al programa La Peña Club Social, Trimarco manifestó su profundo dolor: «Verdaderamente estoy muy triste. Coincide con que es argentina. Estaba muy deteriorada, muy arruinada», señaló, al tiempo que aguardaba los resultados del análisis de ADN que, sostuvo, podrían brindar una respuesta concluyente tras más de dos décadas de incertidumbre.

El caso Verón marcó un hito en la lucha contra la trata de personas en Argentina y generó movilización social y cambios legislativos en años anteriores. Esta nueva arista del expediente, que combina la esperanza de una posible identificación con el desconsuelo por un desenlace trágico y la complejidad de procedimientos administrativos y forenses entre dos países, reaviva la atención pública sobre la búsqueda de personas desaparecidas y sobre los mecanismos de cooperación internacional en materia judicial y de identificación.

Mientras las autoridades y la familia esperan el cotejo genético, persisten interrogantes sobre la identidad de la mujer y las circunstancias de su vida y muerte en Paraguay. El resultado del ADN será determinante para cerrar —o abrir nuevas líneas— de investigación y, fundamentalmente, para dar una respuesta final a una madre que lleva más de veinte años reclamando la verdad. /Los Primeros