Histórico: Milei designa al General Carlos Alberto Presti como ministro en Defensa
El presidente designó al Teniente General Carlos Alberto Presti, actual Jefe del Estado Mayor General del Ejército, como nuevo ministro de Defensa; rompiendo con décadas de prejuicios ideológicos impuestos por la izquierda y el kirchnerismo.
22 de noviembre de 2025
La medida representa un giro inédito en la conducción de la cartera y constituye un hecho sin precedentes: es la primera vez desde el regreso de la democracia que un militar con una trayectoria impecable y activa asume esta responsabilidad política e institucional.

Según el comunicado oficial de la Oficina del Presidente, este nombramiento no es solo un cambio de nombres, sino un paso fundamental para “dar por finalizado la demonización de nuestros oficiales, suboficiales y soldados”.
Durante años, el kirchnerismo utilizó al Ministerio de Defensa como una trinchera ideológica para humillar y desfinanciar a las Fuerzas Armadas, tratándolas como enemigas internas en lugar de como los defensores de la Patria. La llegada de Presti pone fin a esa etapa oscura de revanchismo y “tensiones políticas” artificiales, inaugurando una era de respeto y profesionalismo.
Reorganización estratégica tras el triunfo electoral
Esta designación de alto impacto se enmarca en una reorganización del gabinete nacional, impulsada tras la contundente ratificación del rumbo de gobierno en las urnas el pasado 26 de octubre.
El Presidente agradeció los servicios prestados a la ministra Patricia Bullrich y al ministro Luis Petri, quienes dejarán sus cargos ejecutivos el próximo 10 de diciembre para asumir roles clave en el Congreso: Bullrich en el Senado y Petri en la Cámara de Diputados, donde serán espadas fundamentales para la batalla legislativa que se avecina.
En el Ministerio de Seguridad Nacional, la posta será tomada por la actual secretaria de la cartera, Alejandra Monteoliva. Su designación garantiza que no habrá ni un milímetro de retroceso en la política de orden que ha devuelto la tranquilidad a los argentinos.
Monteoliva es descrita por el Gobierno como “una pieza fundamental de la ‘Doctrina Bullrich’”, esa política de tolerancia cero que establece como prioridad la lucha frontal contra el narcoterrorismo y las organizaciones criminales. La premisa sigue siendo innegociable: el mantenimiento del imperio de la ley y el orden en las calles de la República Argentina, desterrando para siempre el garantismo zaffaronista que protegía a los delincuentes.
Un Ministerio de expertos
Sin embargo, el mayor peso simbólico recae sobre Defensa. La Casa Rosada destaca que la llegada de Presti, un hombre de formación técnica y reputación intachable dentro de la fuerza, es “una tradición que esperamos que la dirigencia política continúe de aquí en adelante”.
La medida representa un giro inédito en la conducción de la cartera y constituye un hecho sin precedentes: es la primera vez desde el regreso de la democracia que un militar con una trayectoria impecable y activa asume esta responsabilidad política e institucional.

Según el comunicado oficial de la Oficina del Presidente, este nombramiento no es solo un cambio de nombres, sino un paso fundamental para “dar por finalizado la demonización de nuestros oficiales, suboficiales y soldados”.
Durante años, el kirchnerismo utilizó al Ministerio de Defensa como una trinchera ideológica para humillar y desfinanciar a las Fuerzas Armadas, tratándolas como enemigas internas en lugar de como los defensores de la Patria. La llegada de Presti pone fin a esa etapa oscura de revanchismo y “tensiones políticas” artificiales, inaugurando una era de respeto y profesionalismo.
Reorganización estratégica tras el triunfo electoral
Esta designación de alto impacto se enmarca en una reorganización del gabinete nacional, impulsada tras la contundente ratificación del rumbo de gobierno en las urnas el pasado 26 de octubre.
El Presidente agradeció los servicios prestados a la ministra Patricia Bullrich y al ministro Luis Petri, quienes dejarán sus cargos ejecutivos el próximo 10 de diciembre para asumir roles clave en el Congreso: Bullrich en el Senado y Petri en la Cámara de Diputados, donde serán espadas fundamentales para la batalla legislativa que se avecina.
En el Ministerio de Seguridad Nacional, la posta será tomada por la actual secretaria de la cartera, Alejandra Monteoliva. Su designación garantiza que no habrá ni un milímetro de retroceso en la política de orden que ha devuelto la tranquilidad a los argentinos.
Monteoliva es descrita por el Gobierno como “una pieza fundamental de la ‘Doctrina Bullrich’”, esa política de tolerancia cero que establece como prioridad la lucha frontal contra el narcoterrorismo y las organizaciones criminales. La premisa sigue siendo innegociable: el mantenimiento del imperio de la ley y el orden en las calles de la República Argentina, desterrando para siempre el garantismo zaffaronista que protegía a los delincuentes.
Un Ministerio de expertos
Sin embargo, el mayor peso simbólico recae sobre Defensa. La Casa Rosada destaca que la llegada de Presti, un hombre de formación técnica y reputación intachable dentro de la fuerza, es “una tradición que esperamos que la dirigencia política continúe de aquí en adelante”.

Para el Gobierno, esto es una reivindicación de la carrera militar y un reconocimiento explícito al mérito. La Argentina deja de tener ministros que desconocen o desprecian la materia, para pasar a tener una conducción de expertos.
Ambas designaciones implican una continuidad absoluta del rumbo emprendido el 10 de diciembre de 2023. El mensaje final del Gobierno es claro y mira al futuro: “La Argentina potencia que todos soñamos y que los argentinos ratificaron en las urnas requiere de unas Fuerzas de Seguridad y Fuerzas Armadas firmes, profesionales y despolitizadas, bajo la conducción de expertos en sus respectivas áreas”.

Para el Gobierno, esto es una reivindicación de la carrera militar y un reconocimiento explícito al mérito. La Argentina deja de tener ministros que desconocen o desprecian la materia, para pasar a tener una conducción de expertos.
Ambas designaciones implican una continuidad absoluta del rumbo emprendido el 10 de diciembre de 2023. El mensaje final del Gobierno es claro y mira al futuro: “La Argentina potencia que todos soñamos y que los argentinos ratificaron en las urnas requiere de unas Fuerzas de Seguridad y Fuerzas Armadas firmes, profesionales y despolitizadas, bajo la conducción de expertos en sus respectivas áreas”. /Tucumán Digital






