"El dolor es infinito": confirman la condena para el asesino de Luján Nieva

Walter Córdoba fue hallado culpable del asesinato de la niña de 11 años ocurrido en agosto del año pasado en la localidad de Rio Seco. El tribunal resolvió hacer lugar a la acusación planteada por el Ministerio Fiscal.

01 de diciembre de 2025

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En los tribunales del Centro Judicial Monteros se realizó este lunes la última audiencia del juicio por el asesinato de Luján Nieva, una niña de 11 años, ocurrido el 25 de agosto del año pasado en la localidad de Río Seco. La madre de la menor fue la última en hablar durante el juicio, que se desarrolló toda la semana pasada, y expresó: “Todos los días me pregunto por qué lo hizo. Por qué tanto daño causado. El dolor y el vacío que me quedan son infinitos”. Tras sus palabras, los jueces Marcos Núñez Campero, Cecilia Tasquer y Matías Graña dieron por concluido el debate y fijaron un cuarto intermedio hasta las 11:00 horas para leer el veredicto.

El tribunal condenó a Walter Mateo Córdoba, de 39 años, quien fue declarado culpable de homicidio doblemente agravado, por haber cometido el crimen con alevosía y violencia de género, y le impuso prisión perpetua, tal como había solicitado la fiscalía dirigida por Mónica García de Targa. Los jueces aclararon que solo se probó parte de la teoría de la fiscalía: no se pudo demostrar abuso sexual ni privación ilegítima de la libertad, pero sí quedó comprobado que mató a Luján con violencia de género y alevosía. La decisión se basó en todas las pruebas científicas presentadas durante el juicio, como ADN e informes del arqueólogo forense, aportadas por el Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF).

El hecho ocurrió el 25 de agosto de 2024, cuando Luján salió de su casa en el barrio Virgen del Rosario rumbo a una despensa cercana y desapareció. Según la acusación, la menor pasó por la casa de Córdoba y preguntó por su hija. Él, aprovechando la relación de confianza que tenía con Luján, la hizo entrar a su domicilio y la atacó con un ladrillo, provocándole la muerte. Luego intentó ocultar el cuerpo llevándolo a la parte trasera de su casa y prendiéndole fuego. Al no poder quemarlo por completo, segmentó el cadáver y colocó las vísceras en un tacho, cubriéndolas con tierra y una planta. /El Tucumano