"En el baño y en el grado": terrible, otra alumna de 10 años y el nuevo caso que conmociona a Tucumán

Una aluma el hecho sucedió en la Escuela José Federico Moreno de Monteros y los detalles sobre la agresora de apenas 12 años son terribles y deben terminar de encender las alarmas en todos los planos de la sociedad.

04 de diciembre de 2025

818x460_251204163557_33161La madre de la víctima, acongojada. Fotos y video: Carlos Rosznercki.

"El día lunes mi hija se presentó a la escuela estando bajo amenazas de la otra aluma. Mi hija tiene 10 años y la otra 12 años".

Quien dialogó con los medios este jueves al mediodía es Oscar Herrera, padre de la niña de 10 años salvajemente atacada en patota por una alumna de 12 años en manada con otras compañeras.

"Primero la llevaron al baño y después al grado: ahí la patotearon a mi hija. La chica de 12 la comenzó a patear hasta que le produjo la fractura de la tibia y el esguince", agregó el padre en un nuevo caso que conmociona a Tucumán.

El hecho sucedió en la Escuela José Federico Moreno de Monteros y los detalles sobre la agresora de apenas 12 años son terribles y deben terminar de encender las alarmas en todos los planos de la sociedad. 

"La niña tiene antecedentes numerosos. Ella hizo que dos compañeras de mi hija se cortaran los brazos. Por eso le prohibí a mi hija que se juntara con esa chica", detalló la madre de la pequeña víctima de 10 años.

¿Y la escuela? Aquí comienza otra parte preocupante de este gravísimo hecho que nos duele en el alma a los tucumanos: "En la escuela habíamos tenido una reunión y nos habían prometido que la niña no iba a ir a clases durante una semana, pero eso no pasó: la directora no cumplió su promesa".

Pero hay más: "Hay videos de la patoteada salvaje a mi hija. Las señoritas de la escuela mandaron mensajes por WhatsApp obligando a los alumnos a que borraran los videos de sus celulares. Yo necesito esos videos para la denuncia policial", expresó la madre acompañada del padrino de la víctima.

¿Y los padres de la agresora? "Son unos cararrotas. La trajeron ayer a la escuela como si nada hubiera pasado. No pidieron ni disculpas. Y la verdad es que no quiero hablar con ellos porque son gente con la que no se puede hablar. Para colmo de males, la madre de la agresora se hacía la víctima y andaba a los gritos".

¿Cómo está la niña? "Mi hija es fuerte, en su cabecita es fuerte. No se alcanzó a defender. Solo esperamos que se recupere y que a la otra alumna la expulsen de la escuela". /El Tucumano