"Mamá yo sí puedo": la historia de Delfi, la pequeña tucumana que triunfa en La Rioja

Delfi compitiendo. Foto gentileza Águeda.-

Tiene apenas 7 años y Delfi  ya es una campeona, y no por tener miles de trofeos, sino por ser perseverante y no darse por vencida. Nació en el pueblito El Sacrificio, departamento La Cocha, en Tucumán. El año pasado, toda su familia se mudó a La Rioja, y ese cambio marcó profundamente sus días. Según contó su mamá en diálogo con eltucumano.com:  “A raíz de esa mudanza, Delfi comenzó a no querer salir de casa, a pasar el día en cama, no salía a jugar, no tenía amigos", preocupados, sus papás buscaron desesperadamente actividades para que Delfi pueda realizar.

En ese momento apareció el patín. Sus abuelos le habían regalado unos patines rosas, y ella quería practicar patín artístico. En febrero, la familia se enteró de que en Nonogasta había una escuela donde enseñaban roller. La inscribieron, y todo cambió. “Estuvo dos semanas y en dos semanas volaba, con sus patines rosas. Luego de esas dos semanas quería hacer más cosas, quería andar con más velocidad, salir, conoció nuevas amigas”, recordó su mamá.

En marzo le compraron rollers nuevos. “No son los que ella necesita, pero le sirven. Delfi entrena y compite con los mismos patines”, contó Águeda.

El 2 de septiembre, Delfina se preparaba para su primera competencia a nivel provincial en Chilecito. Sin embargo, jugando con su bicicleta, sufrió un accidente y se fisuró el pie. “Se sentía muy mal porque no iba a poder competir, venía muy entusiasmada por el campeonato y tiene el accidente”, relató su mamá. La traumatóloga fue clara: dos meses de recuperación como mínimo. “Tenía la fisura en el talón de Aquiles y que si no se recuperaba la tenían que operar”. Delfi pasó días enteros en cama porque no podía caminar.

Delfina Ortiz, nacida y criada en un pueblito tucumano llamado El Sacrificio, parece llevar ese nombre en la sangre, después del accidente, se levantó y nada la pudo detener. Águeda la llevó al baño cargándola, pero cuando volvió, la niña ya no estaba. “Vino y me dijo ‘mamá, yo sí puedo, quiero competir’. Entonces empezó a caminar sola, se subió a los rollers, anduvo por las calles y así volvió”, contó con emoción.

El esfuerzo tuvo recompensa. El 17 de noviembre, Delfina compitió por primera vez a nivel nacional y obtuvo su primera medalla. Luego, el 29 de noviembre participó en Pozitos, San Juan, donde consiguió su segunda medalla. Las próximas competencias serán en marzo. En palabras de su familia: “Estamos muy contentos de poder llevar a cada lugar el nombre de nuestra provincia y, sobre todo, de nuestro pueblo El Sacrificio”. También destacaron el acompañamiento fundamental de la profesora Melina Meneces, de la escuela Ruedas de Fuego, y el apoyo del lugar donde residen actualmente: Nonogasta, La Rioja. /El Tucumano