La guerra de aranceles a nivel global disparó el riesgo país argentino hasta superar los 900 puntos
Los mercados financieros internacionales vivieron este viernes una jornada marcada por la volatilidad, tras el recrudecimiento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. El impacto no tardó en sentirse en Argentina, donde el riesgo país trepó más de un 5% y superó con holgura los 900 puntos básicos, mientras las acciones y los bonos sufrieron fuertes caídas.
El miércoles, el presidente estadounidense Donald Trump anunció una nueva serie de «aranceles recíprocos», lo que desató una inmediata represalia por parte de China, que respondió con un gravamen del 34% a las importaciones de productos norteamericanos. La escalada tensionó aún más los mercados y generó una fuerte aversión al riesgo.
En ese contexto, los ADR de empresas argentinas que cotizan en Wall Street experimentaron este viernes su segunda rueda consecutiva en rojo. Algunas compañías registraron caídas de hasta el 14,1%, lideradas por los sectores bancario y energético, este último afectado además por el desplome del petróleo, que se ubicó en mínimos no vistos en más de tres años. Por su parte, el índice S&P Merval se hundió un 8% en pesos y un 8,6% en dólares, reflejando la magnitud de la corrección en el mercado bursátil local.
El riesgo país supera los 900 puntos y complica al Gobierno
En paralelo, los bonos soberanos volvieron a caer, lo que impulsó al alza el riesgo país. El índice que elabora el JP Morgan escaló un 5,3% hasta los 906 puntos básicos, el nivel más alto desde la asunción del actual Gobierno.
Este dato representa un revés importante para la gestión de Javier Milei, que aspira a recuperar el acceso a los mercados internacionales de crédito una vez que logre sellar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Para que ese objetivo sea viable, necesita reducir el riesgo país a niveles cercanos a los 300 o 400 puntos.
Los efectos del conflicto comercial en la economía argentina
Más allá del impacto directo de los aranceles -Trump elevó al 10% el impuesto a las importaciones desde Argentina-, los analistas advierten que el mayor daño podría venir por la vía indirecta: un freno en la economía global que afecte la demanda de los principales socios comerciales del país, sumado a la caída de los precios de los commodities, especialmente del petróleo y la soja, productos clave para las exportaciones argentinas.
El panorama, según coinciden operadores y analistas, es incierto. La escalada de la guerra comercial podría seguir profundizándose y, con ella, la inestabilidad en los mercados financieros internacionales, justo cuando la Argentina buscaba una ventana de oportunidad para recuperar algo de oxígeno en el frente externo. /Vove Tucumán





